MACRI, de Hamelín
La Argentina tuvo en los últimos 87 años, al menos, 4 períodos institucionales de fuerte derechización de la sociedad: en 1930 cuando avaló el golpe a Irigoyen; en 1955 cuando avaló el derrocamiento de Perón y el bombardeo a la
La Argentina tuvo en los últimos 87 años, al menos, 4 períodos institucionales de fuerte derechización de la sociedad: en 1930 cuando avaló el golpe a Irigoyen; en 1955 cuando avaló el derrocamiento de Perón y el bombardeo a la
Si no se pudo con Nisman en 34 meses, que era un fiscal federal, por qué habría de poderse con Maldonado, un activista social, militante de la causa de los Mapuches.
La Argentina tuvo en los últimos 87 años, al menos, 4 períodos institucionales de fuerte derechización de la sociedad
Que la derecha liberal haya ganado su derecho a ocupar la Casa Rosada por el imperio de los votos, la democracia, el consenso social y la institucionalidad -todo eso junto-, no es, no puede ser, un dato menor.
La vieja imagen del Billiken y los libros escolares de antaño, que mostraban un desembarco en las américas con navegantes aguerridos, recibidos por indios temerosos, ofreciendo al soldado español sus riquezas, no fueron más que una parte engañosa de la historia nacional, a la que las maestras en general se mostraron gustosas de repetir y replicar, a sabiendas que mentían.
Mordisquito dijo alguna vez algo así como que el Peronismo era una definición de origen y de destino. La verdad que no sé si es cierto (no tengo motivos para dudar, salvo mi testaruda cabeza de periodista), pero me parece una definición y una síntesis casi perfecta.
La Argentina está atravesando un panorama político inédito en sus más de 2 siglos de vida institucional, pero fundamentalmente desde los albores del siglo XX, y es que por primera vez la derecha liberal conservadora gobierna por imperio de los votos y del consenso.
Las cosas que hoy vemos en la mayoría de los canales de T.V. tienden a lograr que el ser humano no piense, no razone, no se pregunte, etc. y se entretenga sin lograr en absoluto algo de crecimiento dentro de su ser.
El gran desafío es meterse en los intersticios de la colonización del poder, para poder contrarrestarla. Es decir, una contra colonización cultural. Una tarea ardua y de largo alcance, pero imprescindible a la hora de trazar una estrategia para reconquistar el espacio de lo nacional y popular.